Comenzamos la ruta a las 06:50 y ya se escuchaba la berrea de algún ciervo y como le contestaba otro mas lejos y dando ese sonido algo especial al silencio reinante entre berridos
Comienza a amanecer con un día despejado y temperatura normal para estas latitudes , nueve grados ni tan mal
seguimos escuchando de rato en rato los berridos
y al rato divisamos en lo alto las siluetas de un pequeño grupo que mas creo nos vigilaba a nosotros
la lastima es no disponer de una cámara mejor con un objetivo adecuado para plasmar estas imágenes como la ocasión merece
un macho nos vigila en la semi oscuridad
al fondo con los primeros rayos me parece divisar Castro Valnera y Porracolina
algún que otro ciervo
y una pequeña familia que pastaba junto a una vacas
y enseguida el sol lo inunda todo dando un color verde claro pues había rocío por todas partes
pasamos el segundo refugio que parecía tener overbooking
pasamos junto al monumento en memoria de uno de los principales impulsores de la mancomunidad para la utilización de los pastos vemos Pico Cordel y Cueto Iján
Los Campanarios en primer lugar , detrás la ladera de La Concilla y mas atrás Cueto de los Escajos y mas brillantes Los Picos de Europa
Pico Cordela y Cueto de la Horcada
Refugio de Los Campanarios
otra vista de Cordela y La Horcada
desde este punto divisamos por hoy el ultimo grupo de cérvidos pastando a lo lejos
bajamos al collado de Sejos por la pronunciada cuesta que posteriormente habremos de maldecir sudando la gota gorda con un sol de justicia
llegados a Sejos en este punto nos dimos un descanso y cuenta de los bocatas mientras disfrutábamos de estas inmejorables vistas del canal del Diablo que no bajaba mal de agua
por fin contemplamos de cerca Los cantos de la Borrica
y sus curiosas formas
que tienen el aspecto de hormigón con cantos rodados
dimos media vuelta y nos dispusimos a regresar al punto de partida y por el camino pudimos charlar con un ganadero del lugar que nos dijo que la población de ciervos había caído significativamanente en los diez últimos años debido sobre todo a los largos inviernos y a los lobos que han diezmado la especie
y ya próximo al fin de la ruta de casi 26 km bastante cansados pudimos divisar algo de la costa desde estos pagos todo lo que la bruma costera nos permite, un lujo-
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