La ruta de hoy era a La Braña de los Tejos pero en Cicera me recomendaron lo dejara para otra ocasión dado que estaba nevado arriba así que para no perder la visita nos animamos a realizar una ruta alternativa de Cicera por el Collado de Arceon pasando por Lebeña y después jugarnos un poco la vida por la carretera del Desfiladero de la Hermida , pegados a la pared y al quitamiedos a paso ligero para llegar cuanto antes a la Riega de Cicera para acometer el ascenso y completar la ruta, la ruta en cuestión usa parte del trazado de Ruta PR-S.3 hasta Lebeña que al parecer acaba en Santo Toribio de Liebana
o yo me confundí de camino o a nosotros nos ha llevado cuatro km hasta el Collado Arceón y nueve hasta Lebeña , pero así disfrutamos mas del panorama
hay múltiples ejemplares de este tamaño en la zona y de igual o mas edad
por el camino vimos este tejo dando sombra a la pequeña cabaña
desde lo alto se observa la carretera que va a Puentenansa
Cicera visto desde media altura
por el hayedo de enfrente se tenia que haber subido a la Braña de los Tejos
llegamos a el Collado de Arceón y por este punto también podíamos haber dirigido nuestros pasos a la Braña de los Tejos, pero definitivamente otra vez será
nada mas asomarnos contemplamos la inmensidad de los Picos de Europa
comenzó a llover a ratos
el paisaje era muy bonito
salia el sol, llovía hacia mucho calor y a veces frío así que no sabíamos si estábamos calados de la sudada o de la lluvia
pero el esfuerzo merecía la pena
desembocamos en una pista algo mas verde y menos accidentada y descendimos con la vista puesta en Lebeña que a veces parecía cercano pero no terminabamos de acercarnos
llegamos a algún cruce que acometía el ascenso al Collado Arceón por otra vertiente
esta vez ya parece estamos mas cerca de Lebeña
y por fin llegamos a Santa María de Lebeña y los restos de lo que fue el Tejo de Lebeña
una vez repusimos fuerzas nos armamos de valor y algo inconscientes nos encaminamos por la carretera nacional dirección La Hermida hasta la Riega de Cicera a donde llegamos sin novedad y comenzamos el ascenso soportando varios aguaceros alternados con ratos de sol, las piernas doloridas pero disfrutando de las muchas cascadas existentes durante la subida
y este Humilladero que ha soportado lo suyo y por fin llegamos a Cicera donde lo primero que visité fue la fuente de dos caños junto al lavadero
nos despedimos de los amables paisanos y emprendimos otras dos horas de viaje .
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