nosotros elegimos comenzar rumbo norte de espaldas al sol en un fantástico día y con la fresca de la mañana
descendemos dejando atrás el pueblo colgado de Barrado, topandonos con estos preciosos cerezos que nos alegraban la mañana
poco a poco fuimos ascendiendo por las recurvas del camino descubriendo abajo las terrazas que se han ido ganando al robledal y los robles que hasta cierta cota ya presentan sus nuevas hojas y los de altas cotas aun desnudos
resultaba curioso el orden de las propiedades con sus números bien visibles
y nos fuimos topando con robles ancianos y de gran porte
seguimos poco a poco tomando mas altura
divisando el pueblo de Garguera desde distintos puntos y los lagos habilitados , supongo para el riego
desde este punto la vista al sureste y suroeste se ampliaba bastante
hasta que llegamos a un roble centenario catalogado como árbol singular de unos 300 años y de gran porte.
En este punto comenzamos a descender de el corazón de el robledal de la Solana
y llegamos a una amplia zona donde abundaban tanto las higueras con los cerezos jóvenes ,muchos olivos
y presidiendo todo los robles
fuimos bordeando el monte hasta llegar a un campamento y un gran tanque para el riego, cruzamos el puente y comenzamos el ascenso hasta el pueblo de Barrado recuperando fuelle en cada terraza que topábamos hasta llegar resoplando a la carretera donde dimos comienzo a la ruta.
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